¿Quién le respeta los derechos a quién?
Por Wilfredo Mendoza
“Considerando
que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana…”
De esta manera
comienza la Declaración Universal de Derechos Humanos, establecidos en el 1948
por la Organización de las Naciones Unidas, y que tienen como objetivo orientar a todo individuo
acerca de sus derechos como ser humano y que de la misma manera, estos entiendan que también son los derechos
de todo aquel que le rodea.
El macro
de esta situación es que todos sabemos, y los que no, deberían enterarse, que
hay una carta universal y que cada país adopta los derechos que considere
necesarios para sus ciudadanos, pero el micro de esta historia es la
cotidianidad en la sociedad, lo que me ha llevado a cuestionarme si realmente
el ser humano entiende la definición elemental de los derechos humanos.
La palabra 'derechos', según el diccionario de la Real Academia Española, significa el "conjunto de principios y normas, expresivos de una idea de justicia y de orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser impuesta de manera coactiva"; mientras que el término 'humanos', significa "perteneciente o relativo al hombre" y la mujer. Pero, ¿qué significan estas dos palabras en conjunto?
Ese significado, resultado de estos dos términos, pretende ser la función principal de un código que promueve la igualdad para todas las personas. Pero, seré subjetivo, quizás, al expresar una preocupación que considero alarmante, y la cual resumo en dos interrogantes: ¿quién le respeta los derechos a quién?; ¿es sólo mi deber
o es tu deber?.
La réplica a ambas falacias es que ambos tenemos que respetar los derechos de todos y no irrumpir la paz, la libertad ni el acceso a las prerrogativas de las que se supone goce todo ser que viva y respire.
La réplica a ambas falacias es que ambos tenemos que respetar los derechos de todos y no irrumpir la paz, la libertad ni el acceso a las prerrogativas de las que se supone goce todo ser que viva y respire.
¿Cuándo
puedo exigir que se me respeten mis derechos? ¡Cuando tú respetes los de tu
prójimo! Como en buen puertorriqueño se diría: “Respeta pa’ que te respeten”.
He
escuchado a mucha gente quejarse de violaciones a este código, pues es muy
fácil para una persona velar por sus propios derechos.
El factor
principal que probablemente retrasa el entendimiento de estas personas, es la irracionalidad e ignorancia de no conocer sus derechos ya
sea porque la ceguera causada por la política, el fundamentalismo o cualquier
comportamiento que les limite apreciar los mismos, interfieren la razón. Lo que
se deduce de esta premisa es que a raíz de las creencias o cultura inculcada que
un individuo pueda tener, es que actúa y afecta la libertad y goce de estos
derechos ajenos.
Desde que
los niños nacen se le enseña a creer en un dios; particularmente en Puerto Rico,
mayormente, en el Señor Jesucristo pues las religiones predominantes son las
cristianas. El niño crece con gríngolas y no se le enseña que, por dar un
ejemplo, cuando llegue a la escuela encontrará otros niños que creerán en el
dios Buddha, en la pachamama (dios de Sur América), entre otros. ¿Cuál, por naturaleza,
será la reacción de ese infante? Presumir que su compañero está mal; atentando
contra la libertad de culto.
Según el
‘Artículo 1’ de la Divulgación de los Derechos Humanos, todos deben
“comportarse fraternalmente los unos con los otros” pues somos “dotados de
razón y conciencia”. Aquí es cuando la duda arropa las mentes de todo el mundo
cuando llega la pregunta de si estaré o no violando los derechos a otros.
¿Podría
una persona que no entiende matemáticas enseñar a otro? La respuesta es que no,
aunque si lo intenta, definitivamente afectará negativamente el proceso de
aprendizaje del neófito. ¡Vaya ejemplo! A veces las metáforas ayudan a entender
más fácil.
Lo que
quiero lograr con este artículo es crear conciencia de que el respeto está ante
todo. Lamentable o afortunadamente, cada cual razona de manera
distinta, pues pertenecemos a una especie animal conocida como 'Homo sapiens'. ¡Pensamos y razonamos! Somos seres
individuales, por lo que el hecho de que nuestros semejantes piensen y/o vivan
de manera distinta, no le da derecho a nadie de violarle sus derechos. Todo el
mundo tiene derecho a vivir plenamente, en paz, en libertad, con seguridad y
derecho a todo lo que necesite para estar bien.
Una vez
más reitero que tenemos que velar por nuestros derechos pero también tenemos
que crear ese sentido de responsabilidad social que es intrínseco para poder
crear y manifestar ese sentimiento de que para que todos sean felices, deben
manifestarse tal y como piensan, que aunque no sea homogéneo a lo que piensa
usted, sepa sustituir ese sentimiento de rechazo, por uno de
respeto y aceptación. ¡Al fin y al cabo, lo que todos queremos es paz y
felicidad!
Mientras
la humanidad mantenga una actitud estoica, seguiremos siendo prisioneros de un
debate interminable y retrógrado, al que con toda libertad me atrevo describir como una porfía atroz.
Excelente trabajo mi amigo. Lamentablemente vivimos en una sociedad donde, como bien dices, "como puede una persona que no entiende matematicas ensenar a otro?" Simple, hay muchos que solo siguen los pasos de las personas sin preguntarse hacia donde va, cual sera el final de ese rumbo, por tanto si el ser humano no sigue despertando su "deseo" al conocimiento y al porque de las cosas, pues seguiremos igual. Unos muy sabios y listos que saben como mover bien las fichas para seguir cegando a los inutiles de conocimiento y poder. "Tus derechos comienzan cuando terminan los mios", Mientras sientate a mirar mis logros!!! :-)
ResponderEliminar