La felicidad, ¿es absoluta?
¡LA FELICIDAD! Seguramente, al escribir ese término en
cualquier motor de búsqueda, aparecerán millones de resultados con poemas,
cuentos, mensajes positivos de ánimo, entre otros. Pero quiero que este escrito
sea uno atípico y más cercano a la realidad. Es decir, quiero hacerles llegar
las palabras que narrarán lo que he visto y/o vivido, basándome en experiencias
concretas de un individuo que en algún momento fue feliz y en otros momentos no
tanto. Algo normal, pues todos tenemos nuestros momentos, ¿no?
Puede que mis expresiones sean un tanto hipotéticas, pero sí
demuestran una percepción, subjetiva en fin, pero que definitivamente, más de
uno de ustedes, se sentirá directa o en cierta medida identificado con ella.
La pregunta fundamental aquí es: ¿Existe la felicidad
absoluta? ¡Sólo en algunos casos! Mi familia a mí me hace sumamente feliz. Mi
trabajo también. Mis verdaderos amigos y amigas… ¡ni se diga! Pero fuera de
eso, ¡NO, no existe! ¿Por qué? Porque la felicidad es simplemente la expresión
máxima de satisfacción y gratitud inspirada por algo o alguien, en efecto, de
manera momentánea. ¿Alguna vez ha escuchado el dicho que dice “Todo pasa; nada
dura para siempre”?
Todos soñamos, o por lo menos yo, en ser felices. Lo que me
inspiró a escribir esta columna fue un ser humano que vi recién me mudé a
Houston, Texas en abril del 2013. Dando vueltas por la ciudad, tuve que
detenerme para esperar que pasara el tren de carga. ¿Qué mejor que mirar a tu
alrededor mientras no tienes otra opción que esperar?
Miré a mi derecha y vi a un indigente jugando con una pelota
maltratada y mientras, se reía como un niño; una sonrisa contagiosa. ¿Qué pensarías tú que haría sonreír a una persona que vive en la
calle, que no tiene qué comer, qué vestir ni mucho menos dinero? A este
vagabundo lo hacía feliz su pelota. Miré a su alrededor a ver si tenía algo
más, pero no; era sólo él y su pelota.
¿Qué te hace feliz a ti? ¿Cuál es tu prioridad en cuanto a
eso que te llena de satisfacción y gratitud? Realmente el significado de lo que
te hace y no te hace feliz esta en ti; en cómo percibes tu entorno y los seres
que lo componen.
¡Qué hermosa se siente la felicidad! Todos tenemos como
objetivo llegar a sentirla.
Esa experiencia que tuve mientras esperaba el tren, va de la
mano con muchas otras experiencias que han traído a mi vida momentos de
felicidad. Entiéndase por “momentos”, que estos pueden durar horas, días, meses
y hasta años.
Muchas personas han traído a mi vida momentos de felicidad.
Algunas de ellas, la han traído desde el momento en que nací, otras en el
transcurso de mi infancia y adolescencia; y otras a partir del momento en que
decidí abrir mi corazón y explorar lo que era el amor.
Todas esas personas, aunque de manera distinta cada una,
trajeron felicidad a mi vida por corto o largo tiempo. Pero vale más el hecho
de sentirse vivo y querer seguir arriesgando cada entraña del corazón por la
esperanza de que la felicidad, por más mínima que sea, dure poco o dure mucho,
cuenta, tiene valor y da un nuevo sentido a tu vida. Sin este tipo de
lecciones, permaneceríamos en un estado estoico y sin sentido.
Las decepciones duelen, pero cuando eso sucede, el sentimiento
también es momentáneo.
En uno de los momentos más difíciles de mi vida, un amigo me dijo unas palabras que fueron claves para mi recuperación emocional y sentimental:
"Wilfredo, en este mundo hay dos tipos de personas: la que llega a tu
vida para quedarse por siempre y la que llega a tu vida sólo con un propósito,
y tan pronto cumplen su propósito, se marchan”
¡Palabras que nunca, nunca voy a olvidar!
Sea lo que sea que le dé felicidad a tu vida, valóralo y
atesóralo con celo. Sea una pelota o un ser humano, en fin, el ser humano
siempre está en busca de una felicidad, que aunque no será absoluta, procuremos
que significativa será.
Me encanta!! Tienes que escribir mas seguido!!
ResponderEliminarHermoso!!! Me encantan las palabras de tu amigo, algo que yo he aprendido con el pasar de tiempo y las experiencias vividas aqui en Houston. Gracias por compartir estas palabras. Y por ahora, me hace feliz ser tu amiga. Jaja
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