Por Wilfredo Mendoza Feature de interés humano "Después de cinco viajes que fallé, varios tigueres muertos y unos malos ratos, llegué a éste canto de tierra… ¡Pero aquí estamos vivos, fiestando y gozando de lo lindo!" De esta manera exclamó Elvis Jiménez Marte, inmigrante dominicano, mientras ponía un último ladrillo en una pared como parte de su labor diaria. El dominicano de 38 años trabaja en construcción desde que llegó a Puerto Rico hace 9 años, en una embarcación ilegal (yola) –como le decimos siempre- contra viento y marea. Es así como la mayoría de los indocumentados de la isla vecina llegan a nuestras costas. Elvis, padre de 6 hijos, a quienes comenzó a engendrar desde que tenía 12 años, nació y se crió en El Cibao, Nagüa de la República Dominicana donde permaneció hasta el día que decidió emigrar. Fueron 5 intentos por llegar a Puerto Rico, pero, según Jiménez, el primero, organizado por él mismo y que le t
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